NACER DE MADRUGADA – Gleysis Peña Moner
Por Gleysis Peña Moner
Introducción.
Nacer de madrugada fue una cuestión inquietante para mi madre, en lo que a mi respecta, puede que también me afecte el hecho de que este horario sea fuente de mis inspiraciones. De ahí viene mi poesía, del sereno divino que cae en la madrugada y del que huyo debajo de mi techo, con perspectivas de ciertas cosas que al hablar, no salen espontáneamente.
He aquí mi pregunta:¿De veras nuestro destino es el lenguaje? En mi caso si y seguirá siéndolo, en cualquier rincón de polvos me encuentro a mi misma descifrando palabras en versos libres. Cada uno de mis textos pertenecen a una etapa de la vida, es por eso que al ordenarlos “Travesía” es el primero. Es donde busco transmitir del nacimiento y la niñez, “Silencio II” es una descripción realista de mi adolescencia. “Dioses del tiempo” y “Beso” son puros fragmentos de mi adultez, con quien experimento el día a día. Entonces, mi mensaje a través de estas fases vitales es asomar letras en papel de escritura, porque me salva, libera, dejando por supuesto la luz encendida.
Travesía
La noche golpea,
ojos del tiempo,
A solas, la vida
como páramos,
camuflar los pasos.
Silencio II.
“El diario de Ana Frank” descubre
la humedad del piso.
En delirio adolecen mis culpas
mutaciones impúdicas
generaciones ahogadas en éxtasis.
Agujas perforan sueños.
Volteo la mirada
ausencia de buenas noticias,
ovaciono máscaras
realidades malditas.
Homofobia contenida
clérigos pederastas
mujeres pagadas
luces y sombras
de domingo.
Matrimonios convenidos
abortos y fronteras
¡El hombre conquista la luna!
Volcán erosiona en mares
que delatan su existencia.
Venta de antigüedades
en feria de niños.
“Dioses del tiempo”
No quiero que me nieguen
como falso, en traje de cobre
hasta los huesos.
Caminos se bifurcan
entre batallas perdidas
poderes putrefactos.
Debo sostener la espada
aunque el sol se esconda
en la montaña.
Confianza es el día venidero
estaré a la espera
de un viejo testamento.
Pisar las calles no me quita
el frío.
Beber la humedad por no
al suicidio,
es un misterio la vida.
Los dioses se revelan a través
del tiempo.
Beso
Necesito restaurar mi pecho
con manos salvajes.
Esculpir una frase antagónica
que demuestre el silencio.
Necesito un beso como piedra,
no el de Rodin,
caos que mis pupilas delatan.
Un curador de mis días llenos
de ausencia.
No es difícil, necesito al dueño
de la felicidad escondida
entre mis muslos.
RELATO DEL TALLER DE:
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Carolina Rincón Florez
04/11/2024