RE-NACIENDO – María Rocasolano Jáudenes

Justo al comenzar este taller, llegó a mí una frase que apunté a toda prisa: Renacer es recordar quiénes somos.
Hoy, tras varios meses olvidada, esa cita regresa a mí como un boomerang que lanzó mi yo del pasado que, sin saberlo, ya estaba plantando la semilla de lo que iba a ser mi trabajo final del taller.

Cuando la vida se nos torna oscura –San Juan de la Cruz habla de noche oscura del alma–, nos toca elegir entre dos opciones: rendirnos o iniciar un proceso de retirada; hacer un alto en el camino, para ahondar en nosotros mismos y recordar así nuestra verdadera esencia. Ese es el proceso para renacer.

Esta pequeña recopilación de poemas, hace un recorrido por ese renacimiento tras la noche oscura, dividido en 4 etapas relacionadas con las estaciones del año:
ETAPAS DEL RENACER:
1. INVIERNO: NOCHE FRÍA Y OSCURA
2. OTOÑO: DEJA QUE LA TIERRA TE ABRACE
3. VERANO: QUE ENTRE LA LUZ DEL SOL
4. PRIMAVERA: CRECEN FLORES

1- INVIERNO: NOCHE FRÍA Y OSCURA
Música: Dernière Danse – Indila

Greguería

Negar la oscuridad es como
tratar de esconder un cadáver
sangrante bajo la nieve.

Descenso

Mi lucero del alba
inocente, perdido,
de la mano del ángel
baja a los infiernos.

Reptiles, sanguijuelas.
Escucha sus lamentos
a lo lejos, y arde con
la llama de la pasión.

Yace dormida Venus,
en sábanas de seda,
junto al fruto podrido.
Dios, ¿no podrá salvarle?

Dulce niña inmolada,
suelta su mano, vuela.
Revelada queda ya
la sombra en los caídos.

Vuelve de los infiernos,
mi lucero.
Aunque no sea ileso,
¡vuelve de los infiernos!

RCP

¡Despierta!, ¡despierta!
dice el sol que asoma.
¡Despierta!, ¡despierta!
dice un trozo de luz.

Clavados los rayos
en ambos párpados,
retumbando el eco
en ambos oídos.
Retumban los ecos:
Pum, pum, en mis oídos.

Alto canta el gallo,
canta en las tumbas:
– ¡Levanta, ya es hora!
Tenue luz asoma
anunciando muerte:
Pum, pum, me advierte.

Todo tambalea,
piernas temblequean,
se extingue la llama,
último aliento y
corazón se para.
Nada, lo perdimos.

Un momento, espera.
Aún noto algo
por entre los vivos,
Débiles sonidos:
Pum, pum. Son latidos.

Fase embrionaria,
una luz primaria:
es corazón frágil,
torpe y patoso.
Pero vivo.

2- OTOÑO: DEJA QUE LA TIERRA TE ABRACE

Música: Keeping me alive – Jonathan Roy

Libertad

Oh viento que corre libre en las calles,
allá quedaron las cuatro paredes
del infierno con mi yo desmembrado.

En el vasto espacio me expando,
la luz cegadora me devuelve a mí
las cuatro extremidades arrancadas.

En el anochecer de eternas noches
vi tu rostro sereno, llavera mía,
y se abrieron las paredes contigo.
Ahora, en la inmensidad del mundo,
soy una entera, más yo que nunca.
Cuántas horas te lloré
a ti, mi libertad!

Ah el raso campo de mi tierra.
De ella recibo el elixir de la vida,
y me resucita tras esas noches
como una madre dando a luz.
Trae ya futuros oxigenados
a una mujer con dos fuertes manos.

Y quedo yo con mi elixir,
con ambas piernas y ambos brazos,
dispuestos, en busca de más pasos
que han de planear dónde y cuándo
andarán más caminos improvisados.

A ti te llamo

Heme aquí,
luz viva que custodia,
hojas sobre el cuerpo,
corazón descubierto.

A ti, nuestro sustento:
a ti te llamo,
a ti te pido,
a ti te ruego,
que arda todo miedo
y que el humo que salga
vuelva en forma de aliento.

Prepara armaduras,
quémanos las cadenas,
ilumina el camino.
Que el animal no huela
nuestra tierna dulzura,
que la bestia nos tema
como a lo divino.
Firmes avanzaremos,
con tu luz seguiremos.
Y a través de la selva
andaremos contigo;
que tu luz sea hogar
del pecho aterrado,
y amparo ante las fieras
que aún no han recordado.

3- VERANO: QUE ENTRE LA LUZ DEL SOL

Música: Let the sunshine in – Jennifer Warnes

Haikus

El punto justo
donde el sol revela
la telaraña.

Tarde de agosto.
Todo petrificado
salvo los chopos.

Martilleando
se oye al carpintero
en los almendros.

Pronto en verano,
sopla el viento fresco
en mis pulmones.

María, Mester de Clerecía

Caminando atravieso tu paraíso, señor,
agua corre y llevome, danzo en tu candor;
nada más necesito, a tu lado soy amor
¡dichosa yo que camino ligera, sin temor!

Pobre, señor, la masa de hoy que te reniega,
llora también mi corazón por tu ciudad liega
pues adoran a una oscuridad que los ciega,
miente y, sibilinamente, a todos aborrega.

También yo prisionera fui de la oscuridad,
de modo igual anduve ciega y en soledad.
Mas no en vano sobrevino mi adversidad,
pues gozo y luz hallé en tu divina piedad.

Contempla, pues, que resiste aún la esperanza;
muchos caerán, más la luz sigilosa avanza,
y allá donde la oscuridad a sus anchas danza
habrá al menos un foco de bienaventuranza.

Y con la entera sencillez de esta mujer
y la certeza del que sabe que va a vencer,
es, pues, obligación y menester agradecer
y disponer tierra fértil do podrás florecer.

4- PRIMAVERA: CRECEN FLORES

Música: María La curandera – Natalia Lafourcade

Secreto

No soy distinta. Poco interesante,
siempre rara, tal vez algo elegante.
Desconocida y nada importante.
Una chica de sietes.

Sí, en mi espalda cargo errores,
sí, en mis pies caminan temores,
y sí, mis ojos han visto dolores.
También llevo grilletes.

Mas guardo un secreto, no obstante.
Ahora te lo cuento, no te inquietes.
No sé si es importante.

Ni por qué motivo, ni por qué razón
ocurre que crecen, a cada instante,
flores en mi corazón.

Call To Action

En esta guerra de autómatas,
el mundo funde a blanco y negro,
crecen a cientos burócratas
y malas hierbas como el viento.

Artistas, poetas, valientes:
el mundo necesita color.
Desenfundad versos puentes,
desenvainad obras de amor.

Sin miedo, dudas ni serpientes;
crear, escribir con valor,
que cambie la bala por la flor.

Que la humanidad, impacientes,
aguarda corazones fuertes
y almas buenas.