APRENDIENDO – Rocío Testa Álvarez

Por Rocío Testa Álvarez

Índice:

1. Introducción.

2. Poemas.

I. Aprendiendo.
II. Poesía.
III. Gritos ahogados.
IV. Sentido Ausente.
V. Magia, revelación, unidad, misterio.
VI. Adeus, terriña das cinco pontes.
VII. Silencio.
VIII. Bordeando.
IX. Sois demonios.
X. Éxito.

3. Nota final

 

A ti, mi querido lector….

1. INTRODUCCIÓN

Lo primero, muchas gracias por emplear tu valioso tiempo en leer estos poemas.
Siempre estamos aprendiendo, de lo que nos pasa, de lo que vivimos. Y este poemario habla de aprender
Te prometo que son parte de mi propio ser. El mismo espíritu me susurró cada palabra y yo las he transcrito para ti.
Que lo disfrutes.
Un cordial saludo de la autora.

 

2. POEMAS

I. Aprendiendo…

Aprendiendo desde que mis ojos vieron el mundo.
Mi amiga y compañera, la soledad unida a mi esencia,
construyendo mundos de fantasía sin seguridad ni ciencia.
Aprendiendo cada día de mis caídas y logros cada segundo.

Las heridas de este peregrinar sangraron de dolor,
mas con una mano y tesón, en cicatrices se tornaron,
siendo hermosas señales de que he ido creciendo,
soy el resultado de las batallas que he ganado.

Mira mi rostro, mira mis ojos y ellos te dirán.
No me escuches, solo siente lo que mi cuerpo habla.
Mi espíritu siempre ha sido el gran maestro a la espera,
el atento guardián que asoma cuando surge la flaqueza.

Aprendiendo supe que solo cayendo puedes llegar a volar,
que todo es un juego donde debes aprender las reglas.
Entendí que la luz da seguridad y solo es la falta de oscuridad.
Acepté que mis pasos dejan huella y cada paso cuenta.

Ahora agradezco cada amanecer, cada noche de desvelo.
El hoy es todo y el tiempo solo es un inventado cuento.
Presente y presente, nada hay real ni existe más lejos de esto.
Aprendiendo sobre cada hora, encima de cada momento.

Nada temo salvo olvidarme de cuidar mi niña interior,
la que susurra y a veces niego anteponiendo lo ajeno.
Nada me asusta, solo poner mis deseos de primero.
Aprendiendo aprendí que lo bueno puede ser mejor.

 

II. Poesía

 

Que te defina me han dicho que escribiese,
a ti, mi hermana, mi maestra, mi confidente.
Me enseñaron cómo eras, mas no creí a nadie,
solo me acerqué a ti y dejé que por mí hablases.

A través de ti dije aquello que nadie de mí sabe,
las penas, las caídas, los sueños, mis emociones.
No puedo definirte sino como un sentimiento,
que me levanta en la adversidad del tormento.

Más allá de la métrica, la rima y la clásica estrofa.
Eres esa fuente de la que manan palabras hermosas,
para después colocarse en mi mente formando poemas.
Más allá de reglas y grandes poetas, yo a través de ti veo.

Poesía es ese amanecer, esa sonrisa, ese abrazo.
Ese atardecer, ese gesto al ayudar a tu hermano.
Poesía es paz, armonía, lenguaje del viento.
Dame un anhelo, un hecho, y en poesía lo modelo.

Osada me atrevo a ser al decir que Dios es poesía.
¿Cómo no serlo si Él es el perfecto creador de lo que Es?
¿Qué más puedo contarte que tú no puedas descubrir?
Pregúntale al mismo Dios y él responda tus interrogantes.

 

 

III. Gritos ahogados

Terror de mujeres mendigas de amor regalando su vida.
Injusto rechazo, mujeres vacías de cariño atacadas por hipocresía.
Llantos de niños abandonados a la mala fortuna de haber nacido.

Frialdad de manipuladores que enfrían de lágrimas el desierto,
grietas en los suelos de arena roja manchada con la bondad,
con la ingenuidad, ignorancia y buenas obras en cuerpos destruidos.

He escuchado los golpes de enajenados sabios, de zombis drogados,
gurús vilipendiados, desahuciados y acallados.
He escuchado hacer del necio un sabio y del sabio un loco.

Súplicas de enfermos envenenados, despojados de su alma.

Equilibrio roto por atentados aéreos, bandera blanca del cielo.
Vacío y muerte arrastran los ríos atacados con nauseabundos contaminantes.
Se desgarra la montaña para arrasar la prepotencia del cacique idiota de conocimiento.
Dirigentes de mala fe llevando destrucción, cual plaga a su paso.

Lamentos asesinados en los días y las noches.

Tétrico infierno oculto en profundos pozos, doloroso solo de imaginar.

Canto vengativo claman las víctimas de la fe,
de los hombres de sotanas del color de la tortura.
Lobo contra lobo, hombre contra hombre, comiendo sus propias entrañas.
Hermanos, padres, madres traficados por un viaje al inconsciente y a la locura.

Hermosas noticias despreciadas en pro de programas de paja para el borrego.

Miseria y hambre a mi vera, en mis carnes sentida,
diamantes de sangre para “fieles mascotas” del poderoso.

Carne humana traficada cual vulgar trapo, maltratada, rota,
abierta, traspasada hasta el más allá,
sombras de muñecas desmañadas de imposible arreglo.

He visto ladrones de mentes magníficas transformando el oro en pirita.

He visto, he escuchado….

 

IV. Sentido ausente

No se añora lo que nunca has conocido.
No sabe la liebre qué es volar por el cielo.
No sabe el pez qué es respirar el rocío.

Desde tu nacimiento has sido ciego.
Me preguntas curioso qué es ver.
Me pregunto cómo puedo decir a la liebre, al pez.

Sabes lo que es quemarte con la llama,
sabes qué es congelarte con el hielo.
Así te digo, el color rojo es como el fuego,
el azul es como el hielo y tiñe el cielo.

Se te ha escurrido de tus manos el agua,
embarrado tus ropas en el charco tras la lluvia.
Así te digo, el marrón tiñe el blanco, tierra mojada.
Sólida es a tus pies la montaña.

El verde es ese rumor que canta la hierba.
El amarillo la tibia caricia del sol al amanecer.
Y el arcoíris, la canción que canta en armonía.

Así te digo, mira con tus oídos, con tus manos.
Percibe el aroma que cada ser emana para ti.
Lo verás todo, no necesitas más sentidos.

 

 

V. Magia, revelación, unidad, misterio.

¡Danza conmigo! ¡Fuego! ¡Tierra! ¡Agua! ¡Viento!…
Tic-tac, tic-tac… escucha el corazón caminando.

¡Mira el cielo estrellado! ¡Mira el humo que a él acude!
Baila conmigo, dame la mano, unamos nuestros mundos.
Muévete al ritmo que late en nuestra tierra madre.

¡Danza conmigo! ¡Fuego! ¡Tierra! ¡Agua! ¡Viento!
Tic-tac, tic-tac… Escucha el corazón caminando.

¡Abre tu mente! ¡Cierra tus ojos! ¡Siente!
Canta conmigo, tararea el sonido del fuego.
Clik-clak, clik-clak… Grita el miedo que arde.
Clik-clak, clik-clak… Grita el mal que huye.

¡Danza conmigo! ¡Fuego! ¡Tierra! ¡Agua! ¡Viento!
Tic-tac, tic-tac… Escucha el corazón caminando.

Mira con los ojos del alma. ¡Grita! ¡Grita!

Agarra mi mano, bailemos rodeando esta llama.
Unidos los cuerpos, anestesiados los sentidos.
Abraza a tu hermano, comparte su alma.

¡Oh sana! ¡Oh sana! ¡Ven energía!
¡Oh sana! ¡Oh sana! ¡Huye muerte!

 

¡Danza conmigo! ¡Fuego! ¡Tierra! ¡Agua! ¡Viento!
Tic-tac, tic-tac… Escucha el corazón caminando.

Aúlla si lobo eres, ruge si vive en ti el león.
Relincha mientras trotas al viento juguetón.
Camina sigiloso si zorro es tu disposición.
Observa curioso si como búho sabes su canción.

¡Danza conmigo! ¡Fuego! ¡Tierra! ¡Agua! ¡Viento!
Tic-tac, tic-tac… Escucha el corazón caminando.

¡Sé sincero! ¡Sé noble! ¡Sé tú mismo! ¡Mata tu sombra!
Ja, ja, ja, ríe con fuerza al viento que te nombra.

¡Oh sana! ¡Oh sana! ¡Ven energía!
¡Oh sana! ¡Oh sana! ¡Huye muerte!

Tic-tac, tic-tac. Clik-clak, clik-clak….

 

VI. Bordeando

Bordeando bravos bosques bizarros.
Bruma blanca blandiendo los brazos.
Balada de brillantes becerros bañados.

Brizna de brasas botadas por la bruma.
Balada de blancas en blocks burdeos.
Botarate barquero borracho de belleza.

Barbarie de blindados bienes bordantes.
Bordados brutos de barrocos barrales.
Bramando berridos de bocas bárbaras.

VII. Éxito

Estruendos exultantes. Efusiva.
Efemérides. Eterna. Encantada.
Edificantes. Estela estimada.
Engrandecidas. Estrella efectiva.

Encrespado espécimen. Ejemplar.
Enardecidos enaltecimientos.
Épica. Expugnaciones emular.
Exagerados encandilamientos.

Exige entereza, estimas, emblema.
Ensalza emanaciones exclusivas.
Emprendiendo empresas expeditivas.

Edifica emblema extraordinario.
Expresa emociones estimulantes.
Exclama, entona éxitos excitantes.

VIII. Silencio…

Escucho el silencio que grita sobre el mañana.
Con los míos, un refugio protegerá nuestra vida.
¿Será posible que unos pocos hayan decidido el exterminio?

Los animales lo saben, las plantas conocen la verdad.
Ese ser inteligente nos quiere destruir y, como puede, lo hará.

La vegetación susurra en grandes remolinos el mensaje.
Lo hará, el ser humano acabará consigo mismo, ¡qué ultraje!
¿Por qué no se mata solo en su necedad e ignorancia?

Escondo mis miedos y mis apegos, nada es real.
El mundo es un juego y nos ha tocado perder,
jugaremos otra ronda y en otro planeta ganaremos.
Escondo mis planes para cambiarlo todo, es tarde.

Miro al universo y encomiendo mi espíritu,
nada soy, nada tengo, solo permíteme ir en paz.

Ven mi niña, ven mi niño, unamos nuestros corazones.
Mañana despertaremos en un paraíso lleno de luz y amor.

 

IX. Adeus, terriña das cinco pontes.

Filla do día, filla da noite, filla de emigrantes.
Crieime nunha pequena cidade do norte,
tres cousas hai nela e en ningunha parte mais:
as Burgas, a Ponte Romana e a Catedral.

Filla do día, filla da noite, renegada do meu lar,
del obrigada me vin a marchar sin mirar atrás.

Unha fotiño levo no meu peito que lle saquei antes de partir,
as cinco pontes, entre elas a Romana e a da Paloma.

Filla do día, filla da noite, filla de emigrantes.
En busca dunha nova vida, dunha oportunidade.
De verdade cría que o que me deparaba era o edén.
Non foi tal, mais tamén che digo, xa non hei volver.

A fotografía estragouse de tanto tempo pasar,
miña nai trasladouse ó meu corazón hay tempo xa,
meu pai refai a vida como ben pode e como gran home que é.
Medraron as árbores que prantei sin saber si as volvería a ver.

A liberdade anida no corazón, eu canto á vida, á fe, á loita.
Así que sí, son filla do dia, filla da noite, criada na cidade das pontes.
Co río Miño que rompe en dúas a pequena cidade,
Terra de meigas, de maxia, ¡cómo non iba eu voar en busca de felicidade!.

 

 

 

 

X. Sois demonios (cada cual estime saber de quién hablo).

Qué templanza la vuestra en este infierno. Quienquiera os definiría como ángeles mas sois demonios. En verdad afirmo, sois demonios.

Cómodamente acomodados en vuestros lujosos sillones negros de piel sentenciando, quitando esperanza, arrebatando la libertad, de amanecer a ocaso. Hiriendo de muerte la inocencia de puras almas que a vos en nada os afecta. Así os digo, pues, que la justicia está en el espejo, y que sois vosotros el original, la injusticia.

Mientras el día pasa, la noche llega, cuán impunemente se está en la verdad injusta. Solo cuando Temis lanza su espada contra vuestras retorcidas hipótesis inventadas, sintiendo en vuestras carnes el peso de la verdad, cuando cortadas estén vuestras lenguas y sufráis el dolor de la inocencia, solo entonces intentaréis reclamar clemencia, que ya jamás será vuestra.

Sois demonios, no habiendo sido nunca ángeles. Quienquiera diría que, demonios sois ahora, mas otrora fuisteis justos ángeles. Pero, en verdad, vosotros sois la maldad de una justicia que nunca fue. Triste destino. El no haber sido sino demonios siempre. El ser cáncer sin haber sido célula sana jamás. Necedad de necedades.

Y, sin embargo, los demonios no pueden jamás haber sido ángeles de una justicia cuyos hechos equilibran la balanza. Ellos penaron siempre en la justicia del paraíso.

Sois demonios.

 

3. FINAL

El final siempre es el principio.
Prometo seguir escribiendo.
Nos volveremos a encontrar porque tal y como dijo mi gran mentor Gonzalo Escarpa: “lo que une la poesía ya no lo separa nada ni nadie”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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