CUENTO

Y de pronto, el barco donde estaba el niño… ¡se hundió!

Nico era muy pequeño, de unos siete años, muy inquieto y curioso. Estaba a bordo de un barco con su familia porque se iban de viaje a nuevos lugares para explorar.

Nico subió por una de las escaleras hasta el último piso, escabulléndose de los marineros que trabajaban en él, y se puso a jugar con las gaviotas que se posaban en las barandas de la terraza superior. Encontró una pelota y se puso a jugar también y al patearla la pelota salió disparada al mar y no pudo recuperarla.

Aburrido en la terraza superior, se le ocurrió bajar por las escaleras que lo llevaron al cuarto de máquinas, donde quedó impresionado viendo toda la maquinaria. Explorando, vio un tapón muy grande en el suelo. Decidió levantarlo y empezó a entrar agua a borbotones.

¡Nico! ¡Nico! escuchaba la voz de su madre que le llamaba … ¡Nico! ¿qué pasó que has quitado el tapón de la bañera y tu barquito de papel se ha ido al fondo?  Vaya, habrá que volver a llenarla para que termines de bañarte.