LABERINTO DE EMOCIONES – Antonia Piqueras Jiménez
Por Antonia Piqueras Jiménez
INTRODUCCIÓN
El título elegido” LABERINTO DE EMOCIONES” es porque hace referencia a lo que se puede sentir ante las diferentes situaciones que, a lo largo de la vida, nos encontramos y expresarlo a través de la palabra.
Son cinco poemas con un hilo que los une: el sentir de la palabra y, como a través, de ella se expresan las emociones. El primer poema es En tropel y viene a decir que hay quienes van por la vida demasiado deprisa, sin darse cuenta de lo pasa a su alrededor; sólo se miran a sí mismos. En La distancia no es el olvido se hace referencia a quienes, para conseguir sus objetivos, hacen daño y utilizan sus armas de prepotencia para humillar y quitar del camino a los demás. El poema La noche indica que, ante cualquier situación adversa, hay que detenerse para pensar, soltar y coger fuerzas para seguir adelante. En Un día más se intuye que tras una vida de lucha, ésta se acaba y sólo quedarán algunos recuerdos o nada. Sobre todo, si se ha pasado sin dejar huella. Por último, en Sangre y fuego se pincela que todo lo que se hace, de alguna manera, va a repercutir en la gran casa que habitamos: La Tierra.
EN TROPEL
En tropel, los caballos van
galopando por la llanura.
Cabalgan desbocados,
con furia desatada por jinetes,
que sueltan su ira apretando la espuela.
Cabalgan desbocados
por una tierra seca, estéril de argumentos.
La levedad de sus huellas es borrada
por el viento y la tristeza de su canto
al aire arrebata sus palabras
y su música.
LA DISTANCIA NO ES EL OLVIDO
La distancia no es el olvido.
No se olvida el dolor
causado por las palabras vertidas
como ácido sobre la piel
o las miradas que son como dardos
que se van clavando en los poros
del alma.
No se olvida la burla,
la risa del desprecio
y aunque sea mucho
el tiempo que haya pasado
y el espacio que nos pueda separar,
nada se olvida.
Cada imagen queda registrada
en el álbum de la memoria
que se puede visualizar en cualquier
momento o situación.
La distancia no es el olvido.
El olvido llega con la indiferencia
y la valoración que haces de ti.
El olvido llega cuando
las heridas cicatrizan
y curan con el perdón.
LA NOCHE
La noche calma el furor
del alma cansada.
Reunidos en torno a la hoguera
pedimos compasión a los dioses;
que el mal que nos acecha el fuego queme.
Se abrasen los pensamientos
de las mentes malditas.
El fuego nos purifique.
Salga la luna,
Diosa de la noche,
para iluminar los caminos
que nos llevarán a encontrar
los alimentos de cada día.
UN DÍA MÁS
Mañana seguirá
marcando un día
más en su calendario;
minúsculos son sus recuerdos.
Macera en silencio su sentir
moliendo cada pensamiento,
minimiza palabras
mientras llega el olvido.
Mirada siempre ausente.
Mente confusa, vaivén de olas
mar adentro, perdida.
Mirada fija en el ocaso.
Memoria, fragancia del alma,
mermada con los años, tal vez,
merece una atención:
mimos, abrazos, besos.
Mañana seguirá
marcando un día
más en su calendario;
minúsculos son sus recuerdos.
SANGRE Y FUEGO
La Tierra se enfada y llora.
Desde su interior crepita;
abre bocas y vomita
sangre y fuego, mas implora
respeto a quien la devora.
En su piel se abren fisuras;
¡no soporta más torturas!
Las lenguas de lava arrasan
los sueños, la vida abrasan.
Hasta el mar llegan seguras.
Autora: Antonia Piqueras
RELATO DEL TALLER DE:
Taller de PoesíaOtros relatos
Ver todosCUIDADO CON EL BOTÓN, LA VOZ QUE TE CUIDA- Carolina Rincón Florez
Carolina Rincón Florez
04/11/2024