MÍSTICA PURA Y DURA – Roberto del Peso López
Por Roberto del Peso López
Meditando se hace más sencillo lo complicado. Te va haciendo ver lo que
tiene más sentido para tu vida y lo que menos. Y libre vas siendo para elegir
después de sentir la Vida.
Con 25 años andaba hecho polvo. Al llegar al Monasterio de las Batuecas y
sentir tan alucinante Iluminación conseguí pasar tres años viviendo allí. Me
curtí trabajando en aquella naturaleza a la que no estaba acostumbrado,
pero Dios me seguía dando su vida para poder seguir. Hasta dolores de
parto en codos, rodillas y manos que florecían en mí con dolor y gritos, pero
se quedaban sanados.
Cuando fui fraile Carmelita Descalzo, no quise ser cura, pero tuve la suerte
de estudiar Ciencias Religiosas y un curso de Auxiliar en Geriatría porque
vivía en una residencia de enfermos y así poderlos cuidar mejor.
¿Imaginaros, si lo podéis imaginar porque es difícil, que después de sentir
muchas experiencias místicas, estudiáis sobre ellas? Así me ha pasado a mí
y me cuesta hasta creerlo cuando en realidad me ha pasado.
Con 40 años me llamaban águila roja por la serie televisiva. Volvía, después
de cuatro meses cuidando vacas en los pirineos, y daba saltos como los
gamos por los bancos de madera del parque Calero de Madrid.
Para limpiarme y cambiar de vida he caminado de peregrino unos 8.000
kilómetros en las múltiples peregrinaciones que he hecho a lo largo de los
años. Más por España y también por Portugal, Francia e Italia. Me han
servido también para transformarme y crecer.
A veces sueño despierto lo que podrían contar de mí las personas que me
han conocido. Claro que podrían hablar de escándalos de mi alcoholismo,
pero no ha sido mi tónica. He luchado por cambiar y en muchos momentos de
mi vida lo he conseguido gracias a Dios y mis cambios de vida radicales.
He vivido muchos años camuflado, sin hablar directamente de mis
experiencias, pero al fin y al cabo mostrando con mis actitudes mi seguridad
en Dios.
En algunas partes de la Biblia se dice que Dios cuando da sus gracias a
alguna persona no es para que vuelvan de vacío o no den fruto. A mí se me
hace dificilísimo decir a las claras que soy santo o profeta, pero ¿si Dios
sigue insistiendo?
Cuando digo en Facebook que el mejor negocio del mundo es que yo cuente
mi vida, no me quedo corto. Experiencias tan contradictorias a lo largo de mi
vida y que consiga algún día fusionarlas si Dios quiere y creo que va a querer.
RELATO DEL TALLER DE:
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Carolina Rincón Florez
04/11/2024