IMAGINA – Lucía Julià Serra
Por Lucía Julià Serra
En la sabana subsahariana del continente africano vive un enorme animal. Tiene unas orejas grandes, cuatro patas, dos colmillos, una cola delgada y una trompa muy larga. ¡Ah! Y es de color gris. Su nombre es Tembo.
Tembo es un elefante como todos los demás, excepto en una cosa.
¿Sabéis en qué?
Pues a Tembo le encanta IMAGINAR. Lo que más le gusta, además de jugar con sus amigos, es sentarse encima de la rama de su árbol preferido, mirar hacia el horizonte e imaginar. Imaginarse miles aventuras que en la sabana no puede vivir.
Imagina que todo es posible,
solo en ti has de confiar.
Imagina aquello inimaginable,
imagina y hazlo realidad.
En una de esas aventuras, Tembo imaginó que viajaba a América en un submarino. Al llegar allí, empezó a caminar y a caminar hasta que vio un gran lago. Tenía tanto calor que empezó a tirarse agua para refrescarse. La gente paraba al verlo y empezaron a hacerle fotos porque con su trompa era capaz de hacer una cascada grandiosa. Él estaba muy contento de que todos fueran a visitarlo y hacía que aquella cascada brotara más y más agua. Como la gente lo publicaba en las redes sociales empezaron a hacerse colas para poder visitar la cascada del elefante.
Un día imaginó que con todos sus amigos viajaban en globo, subían tan alto que podían pasearse por encima de las nubes. Se tumbaron sobre ellas, pero una nube empezó a ponerse de un gris muy oscuro. Y de repente, chocó contra otra nube todavía más oscura. Todo a su alrededor estaba muy negro y empezó a llover. En un momento se desencadenó una tormenta con rayos y truenos y …
-¡Ehhhh! ¿Qué estás haciendo aquí arriba? Baja. Vamos, ven a jugar conmigo -le dijo Lemur, el lémur.
-Déjame que no quiero jugar, quiero IMAGINAR.
-¿Imaginar? Pero si es muy aburrido. Vamos, ven a jugar conmigo.
Imagina que todo es posible,
solo en ti has de confiar.
Imagina aquello inimaginable,
imagina y hazlo realidad.
-No, me quedo aquí -dijo Tembo.
Lemur viendo a Tembo tan feliz, subió a la rama del árbol, se sentó al lado y empezó a imaginar.
Imaginaba que estaba en el Caribe, tomando el sol en la playa. Llevaba un sombrero de paja y unos bañadores a rayas. El camarero le trajo una bandeja llena de frutas e insectos. Cogió un escarabajo negro que solo movía las patas y …
-¡Ehhhh! ¿Qué estás haciendo aquí arriba? Bajad. Venid a jugar conmigo -les dijo Pundamilia, la cebra.
-Déjanos que no queremos jugar, queremos IMAGINAR.
-¿Imaginar? Pero si es muy aburrido. Vamos, venid a jugar conmigo.
Imagina que todo es posible,
solo en ti has de confiar.
Imagina aquello inimaginable,
imagina y hazlo realidad.
-No, nos quedamos aquí -dijeron Tembo y Lemur.
Pundamilia viendo a Tembo y Lemur tan felices, subió a la rama del árbol, se sentó al lado de Lemur y empezó a imaginar.
Imaginaba que estaba en la cordillera del Himalaya, en Asia, a los pies del Everest. Era una gran exploradora, decidida a ser la primera cebra en coronar la montaña. Cuando ya divisaba la cima, empezó a hacer mucho viento. Hacía tanto viento que se llevó la raya de su hocico y …
-¡Ehhhh! ¿Qué estás haciendo aquí arriba? Bajad. Venid a jugar conmigo -les dijo Mbuni, el avestruz.
-Déjanos que no queremos jugar, queremos IMAGINAR.
-¿Imaginar? Pero si es muy aburrido. Vamos, venid a jugar conmigo.
Imagina que todo es posible,
solo en ti has de confiar.
Imagina aquello inimaginable,
imagina y hazlo realidad.
-No, nos quedamos aquí -dijeron Tembo, Lemur y Pundamilia.
Mbuni viendo a Tembo, Lemur y Pundamilia tan felices, subió a la rama del árbol, se sentó al lado de Pundamilia y empezó a imaginar.
Imaginaba que estaba en Madrid, en España. Era un famoso modelo y desfilaba por la Pasarela Cibeles. El mundo entero admiraba su belleza. Cuando desfilaba, todo eran flashes de cámaras, todos querían la mejor foto. Salió a la pasarela con aquellas maravillosas plumas en la cabeza y cuando abrió las alas …
-¡Ehhhh! ¿Qué estás haciendo aquí arriba? Bajad. Venid a jugar conmigo -les dijo Twiga, la jirafa.
-Déjanos que no queremos jugar, queremos IMAGINAR.
-¿Imaginar? Pero si es muy aburrido. Vamos, venid a jugar conmigo.
Imagina que todo es posible,
solo en ti has de confiar.
Imagina aquello inimaginable,
imagina y hazlo realidad.
-No, nos quedamos aquí -dijeron Tembo, Lemur, Pundamilia y Mbuni.
Twiga viendo a Tembo, Lemur, Pundamilia y Mbuni tan felices, subió a la rama del árbol, se sentó al lado de Mbuni y empezó a imaginar.
Imaginaba que estaba en Moscú, en Rusia, y formaba parte de un ballet. Representaban el Lago de los cisnes, de Chaikovski, en el teatro Bolshói, ante el zar de Rusia. Se puso de puntillas y empezó a dar vueltas y más vueltas con su gran tutú cuando …
-¡Ehhhh! ¿Qué estás haciendo aquí arriba? Bajad. Venid a jugar conmigo -les dijo Kifaru, el rinoceronte.
-Déjanos que no queremos jugar, queremos IMAGINAR.
-¿Imaginar? Pero si es muy aburrido. Vamos, venid a jugar conmigo.
Imagina que todo es posible,
solo en ti has de confiar.
Imagina aquello inimaginable,
imagina y hazlo realidad.
-No, nos quedamos aquí -dijeron Tembo, Lemur, Pundamilia, Mbuni y Twiga.
Kifaru viendo a Tembo, Lemur, Pundamilia, Mbuni y Twiga tan felices, subió a la rama del árbol, se sentó al lado de Twiga y empezó a imaginar.
Imaginaba que estaba en el mar Mediterráneo, en el Golfo Pérsico. Era un buzo y buceaba por las profundidades del Mediterráneo. De repente, vio que alguna cosa brillaba en las oscuras aguas, se sumergió más y más y encontró …
-¡Ehhhh! ¿Qué estás haciendo aquí arriba? Bajad. Venid a jugar conmigo -les dijo Kinyama, el picabuey.
-Déjanos que no queremos jugar, queremos IMAGINAR.
-¿Imaginar? Pero si es muy aburrido. Vamos, venid a jugar conmigo.
Imagina que todo es posible,
solo en ti has de confiar.
Imagina aquello inimaginable,
imagina y hazlo realidad.
-No, nos quedamos aquí -dijeron Tembo, Lemur, Pundamilia, Mbuni, Twiga y Kifaru.
Kinyama viendo a Tembo, Lemur, Pundamilia, Mbuni, Twiga y Kifaru tan felices, subió a la rama del árbol, se sentó encima de Kifaru y empezó a imaginar.
Imaginaba que estaba en Florida, en el Cabo Cañaveral. Era un astronauta y con sus amigos (el elefante, el lémur, la cebra, el avestruz, la jirafa y el rinoceronte) habían construido un cohete. Querían llegar a Saturno y pasear por sus anillos. Todos estaban a punto para el despegue, la cuenta atrás había empezado:
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1…
¡¡¡¡PATAPAM!!!!
La rama se estropeó y todos cayeron al suelo.
Tembo se giró hacia sus amigos y les dijo …
● Nunca hubiera pensado que imaginar fuera tan peligroso. ¿Queréis jugar conmigo?
Los otros animales se pusieron a reír: JA, JA, JA, JA, JA, JA.
Y decidieron organizar una fiesta de disfraces con lo que habían imaginado. Tembo había construido un globo aéreo con cartón y unas cuerdas. Lemur se había puesto unos bañadores a rayas, un sombrero de paja y llevaba una bandeja llena de frutos e insectos. Pundamilia iba de escaladora y se había pintado de blanco la raya del hocico. Mbuni iba de modelo con unas plumas muy brillantes. Twiga iba de bailarina con un tutú. Kifaru vestido de buceador con unas gafas y unas aletas. Y Kinyama vestido de astronauta.
Se lo pasaron tan bien que se hicieron una foto y la subieron a las redes sociales y ya son trending topic.
Y este cuento IMAGINADO
ya se ha acabado.
RELATO DEL TALLER DE:
Taller de Literatura Infantil y JuvenilOtros relatos
Ver todosMIS COMPAÑEROS DE VIDA- María Isabel López Ben
María Isabel López Ben
07/10/2024