RECUERDOS

Por David Saenz Berbejillo

Fuí muy feliz cuando me encontré al regreso de unas vacaciones, una nota encima de mi cama qué  pero me explotaban al máximo la mujer con la que luego me casé me pedia otra cita. Me resultó sorprendente, pero acudí y un año después estábamos casados, no fue amor, de eso estoy seguro por mi parte. Al ser una mujer bastante mayor que yo, creo que fue necesidad de una estabilidad emocional que me faltaba.  Mi sueño de transportista se fue convirtiendo en un trabajo, en el que si, llevaba un camión por casi toda España y parte de Portugal. Me explotaban al máximo.

Fui muy feliz en mi preadolescencia. Éramos una familia burguesa capitaneada por dos personas que hasta la maldita menopausia de mi madre, navegamos todos juntos en un barco en el que el timón lo sujetaba mi difunto padre, pero la capitana era mi madre. No puedo, o mejor no quiero recurrir a fotos que están secuestradas por mi hermana y sobrinas. ¿Por qué?… Porque me duelen.

Mi caída en picado fue cuando con 17 años, los cumplo en enero el mismo día que mi madre, la noche de reyes., me fui voluntario a la mili en julio creo recordar. 1984…no tengo para olvidar. Quería escapar de lo que se había convertido mi familia. Una dictadura titánica por parte de mi madre.

Las pruebas físicas las pase por debajo de la pata, y eso que era y soy miope y pies cavos. En aquellos tiempos convulsos de terrorismo el resto de militares me esperaban literalmente con las ballonetas bien afiladas. Fue terrible, el puteo por parte de mandos y demás compañeros menos tres o cuatro vascos que claro, vieron en mí el hermano pequeño al que había que proteger. Hace mucho ….demasiado que no lloro y la verdad no me apetece. Pero estoy seguro que sí ahondó en mis recuerdos de aquellos 18 meses que pasé en la mili no pararía.

Entiendo que es precisamente lo que se me pide en este ejercicio. Que saque mis emociones de esa etapa tan difícil. Estoy en ello

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Esta entrada tiene un comentario

  1. David

    Estoy muy agradecido a Carmen Posadas y su hermano Gervasio Posadas por estos meses de complicidad y escaqueo del centro de día de Durango para discapacitados mentales que me ha hecho entrar en la crisis de pagina en blanco.
    Gracias por todo y sobre todo por reconciliarme con mi superego de escritor…

    Un abrazo desde la distancia…

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