VERBO Y SILENCIO – Estela Pato Martínez

Por Estela Pato Martínez

 Consideraciones previas

 

No existe el verbo silencio, no podemos conjugar el silencio y sin embargo, el silencio está cargado de acción, todo lo que no se dice y no se escucha es un preludio de lo que está por acontecer y requiere siempre de nuestra máxima atención.

Existe el ruido, tan extendido que nos impide escuchar.

Existe el verbo, la acción que refleja nuestros límites en un tiempo presente.

Existe nuestra voz, la vibración que consigue trazar los caminos.

 

Aunque podamos casi sentirlo, el silencio en realidad no existe, incluso en nuestro interior hay ecos y es en ese silencio donde realmente podemos percibir la matriz del movimiento.

 

Quizás es aquello que no existe, lo que verdaderamente nos expande.

 

Breve explicación

 

He intentado organizar los poemas de acuerdo a un mapa, en el que se esboza la acción contrapuesta al silencio. Es el silencio el verdadero objetivo, el verdadero fin de la ruta trazada.

Para un mayor disfrute de la experiencia, algunos de los poemas contienen instrucciones, no obstante, queda a libertad del lector, seguirlas o no.

Territorio

El silencio mantiene

Un espacio abierto

Dentro y más allá.

 

 

Para la lectura del siguiente poema se recomienda situarse en medio de una calle muy transitada de una ciudad también puede optar por encender varios dispositivos electrónicos a la vez que emitan sonidos, cuanto más, mejor.

Ruido

Hay demasiado espacio para aquellos que se pudren

y esperan sus laureles, mientras hacen nudos

en las bocas calladas y miran para otro lado

sin ver que hay espacio para la vida y la poesía.

 

Hay demasiado espacio para los vidrios de oficina

que revientan el oxígeno y cierran compuertas que

solo se abren para hipotecar tu vida y tu tiempo.

 

Hay demasiado espacio para el ruido y

los cascabeles que pervierten los líquidos

cefalorraquídeos hasta hacerlos vomitar en el éxtasis.

 

Hay demasiado espacio para las miradas

ausentes navegando donde se enfrían los bolsillos

como vejigas de vacas moribundas al son de un I´m loving it.

 

Hay demasiado espacio sobre elongaciones electrónicas

que miden los pasos dados como cerdos que circulan

felices en cochiqueras de likes y comparten sus desechos.

 

Hay demasiado espacio para los votos en blanco

sus pies de alambre bailan bajo las cuerdas de

esa mano invisible que no es la mano que vota.

 

Hay demasiado espacio para el miedo mientras

el cuerpo yace en la cama o se encierra en

laberintos pidiendo aplausos y esquivando abrazos.

 

Hay demasiado espacio para la evasión y la victoria

discursos monárquicos que asfixian la tierra enarbolando

banderas en sacos de arena y bolsas de oro.

 

Hay demasiado espacio para las mentes que se duermen

en los capullos sobre todos los árboles ya cortados

para que tú montes una cama donde dormir.

 

Hay demasiado espacio para las manadas fálicas

donde los cuerpos tiemblan desmembrando hasta

la simiente y la semilla de un deseo vacuo.

 

Hay demasiado espacio para la triada incansable:

víctima, verdugo, salvador.

 

Hay demasiado espacio para ismos, abismo…

separando este espacio único que habita la

conciencia, donde aún, hay espacio.

 

 

Límites

La lengua en el miedo expone el silencio,

un mundo abierto estalla en la garganta

en A en el viento el verso se atraganta

en B advierto, el ritmo que presencio.

 

Ante el verbo, paralizo y sentencio:

no es el pulmón, ni tú, ni la que canta,

no es la razón, ni yo, ni lo que espanta

es temblor del que no me diferencio.

 

Ni ensayos, ni pruebas, espejos, logros

deshacen fonemas sin medición

o alientan discursos frente a los ogros.

 

Divido voz y cuerpo en abducción

dictamino al olvido esos malogros

declaro al asombro mi rendición.

 

 

 

Puede leer este poema haciendo la cama, preparando la comida, vistiéndose o realizando cuando otra acción cotidiana.

Verbo

Frente al tiempo me expongo

en todos los versos que digo en vano,

y ante el juicio repongo,

voz y oración en mano

temblando en el verbo que me hace humano.

 

 

 

Voz

Voy a hacer uso de mi voz y

de mi pausa

para decir y callar

de frase a letra

de piel a exhalación.

 

Y así aceptar la grieta

la ranura, el peso

de mis pies, que aún confinados

caminan desde adentro.

del pulmón, que aún confiado,

respira.

 

Voy a hacer uso de mi voz

porque en la cara hay más de

cuarenta y dos tensiones

de posibles lecturas

porque la imagen más certera

es la que se descubre

desnuda.

 

Y aspira esta palabra.

Y abraza esta revuelta

callada

la habitación que a la luz de la consciencia

vibra.

 

 

Vibración

Silencio sin sentido.

Silencio,

simple

sublime

severo

silencio.

 

Simulación simultánea

sujeta sobre suspiros.

sedienta,

seca,

suprema,

simulación.

 

Sosteniendo sofocante,

soles salvajes, sistemas.

Sospecho

sigo

sorprendo

secretos,

sumergidos.

 

Sincronías sanadoras

saltando sobre sonidos.

sagaz

sutil

soluciono

su silencio sin sentido.

 

Salvador sale: ¡silbido!

Silencio

sin

sentido.

 

 

Para la lectura del siguiente poema, se recomienda mantenerse en silencio total durante al menos 4 minutos y 33 segundos, preferiblemente, en un espacio tranquilo. Llegado a un tiempo, es posible que sienta que ha llegado hasta donde quería.

Silencio

 

RELATO DEL TALLER DE:
Taller de Poesía

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Esta entrada tiene un comentario

  1. Miguel

    Hay mucha profundidad en estas palabras.
    Ya sólo en «consideraciones previas», he sido guiado a pensar en la energía oscura y la vacuidad del universo o del átomo.
    Sinceramente, me ha encantado.

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