EL MISTERIO DE BROKEN LEAVE – Jaime Saez Alonso

Por Jaime Saez Alonso

– El señorito Jones, heredero indiscutible del Sr. Jones, aparece muerto aparentemente por suicidio el día que se celebra el famoso juego “broken leave”. Este año se ofrecía la joya de la familia – Deechan habla muy teatrero hacia el policía regordete.

– Que tragedia, que el dueño recibiera un disparo en la cabeza. Pero las pruebas dicen que alguien le inyectó una jeringuilla en la garganta.

– Si, así es – contesta el policía junto a él.

– Y el análisis del cadáver, revela que la muerte tuvo lugar antes de que la gente llegara al juego.

– Lo único que tenemos claro es que solo pudo hacer esto un miembro de la familia. ¿Qué te parece que recibiera una llamada anónima siendo invitado al juego, dan una dirección y un sobre con dinero?

Tira el dinero sobre una mesa, que cae al lado de una estatuilla de cristal en forma de pieza de ajedrez, el rey. Mientras espera la respuesta del otro policía.

– Te querían para investigar el asesinato.

– Así es, pero alguien se adelantó, o solo quería que unos pocos estuvieran involucrados.

– Y esto, ¿qué significa…?

– Que solo en esto podía ganar un miembro de la familia del Sr. Jones.

Se quedan en silencio unos segundos contemplando el fuego de la chimenea de aquel despacho tan barroco.

– Tenemos que ver al resto de la familia.

Los dos parten de aquella sala para llegar al salón donde se encuentra toda la familia. La casa es tan ostentosa como antigua,

– Llegué aquí hace un par de días con el fin de obtener una respuesta y resulta que el primer día nada más empezar el juego aparece muerto el heredero. Se cancela todo y ahora tenemos un cadáver y una fortuna desaparecida, pero buscada por… ¿ustedes? Esto se podría decir que no es una simple coincidencia –sentencia con una risa falsa–. Solo ganáis la familia –lo dice haciendo referencia a todos los parientes del sr Jones. A los ocho igual de falsos que su preocupación por el fallecido.

– ¿¡Que estás diciendo!? – dice eufórica con su aire de superioridad, la tía Violet.

Allí guarda silencio Michael, sentado en su silla de madera, observando en completo silencio el fuego, con un rey de ónice de ajedrez en su mano. Mientras todos estaban discutiendo sobre el asesinato. “alguno de ellos ha debido de llamar a la policía” – pensó el detective – ¡Silencio! – grita Michael, cortante como un cuchillo, incluyendo a la mismísima policía.  – ¡Era parte de vuestra puta familia y estáis hablando más de sus bienes que de otra cosa! – grita Michael.

– Usted ¿Qué hace aquí? – pregunta el detective.

– ¡Michael es como si fuera un miembro de esta familia! – dice Connor, el hermano guaperas del Sr. Jones.

Michael tiene una disputa con Violet y Lily

– ¡No vuelvas a hablarnos así! – grita Violet, mujer ferviente religiosa, con un marido fallecido en extrañas circunstancias.

– ¿¡No!? ¡Solo había que veros como le hablabais! ¡Tú, por ejemplo, Violet, eras la que más se metía con el!

– ¿¡Y!?

– ¡Deja a mi madre en paz! – defiende Lily a su madre.

– ¡No me vas hacer callar, Lily!

“No parece que se lleve muy bien con la familia” pensó el detective. – ¡Necesito que se calme todo el mundo! ¡Todos tienen motivos para acabar con él! ¡Tú, tú y tú! – fue señalando a cada uno de ellos. – ¡Todos han podido asesinarlo! – escuchan atentamente cada palabra de Violet

– ¿De qué estás hablando? – Michael interrumpe.

– ¡Nosotros seríamos incapaces de matarlo! –insiste Violet.

– ¡No me hagas reír! – le espeta Michael

Todos regresan al griterío de antes.

– La prima Lily grita por encima de los demás. Yo no he tenido nada que ver con esta mierda.

El detective Deechan dedujo, – “Recibía sesiones de fotos gratis del Srto. Jones., igual le cortó el grifo”

– ¡Nadie te ha dicho que tengas nada que ver con esto, Lily! – suelta su hermana Roose.

Sus declaraciones demuestran que suele estar en el extranjero, Deechan descarta culpabilidad” – discurre el detective.

– ¡De verdad no estoy hablando contigo, hippie macarrilla! – Grita Lily.

– ¡Vosotras dos, silencio, no quiero que discutáis! – Interviene Violet.

– ¡Es ella la que está todo el día, metiéndose conmigo, ella, que parece que está divagando! – Lily toma la palabra en un tono más fuerte.

– Violet le hace un gesto con las manos para que Roose pare en el momento. – ¡¿Ofenderte?, si solo te he dicho que nadie te está echando la culpa!

– El detective Deechan introduce dos de sus dedos en la boca dando un silbido sumamente fuerte para que todo el mundo se calle.

– Deechan arremete contra ellos, con sus palabras, y una sonrisa en sus rostros que ninguno encaja con facilidad. – ¡Menos mal que encontramos un diario escondido en su cuarto donde podemos ver los motivos por los que podríais haberlo asesinado! – Aunque en el fondo sabe que está vacío. – Es bueno escondiendo cosas, pero yo mejor encontrándolas.

– Deechan recuerda cómo lo encontró, la dificultad que supuso dar con ello en el cuarto. Escondido en el interior de un rey gigante de metal del tamaño de una lámpara. “Moviendo la corona, activan el mecanismo”

La cara de todos ellos cambió por completo, inmóviles contemplan cada la palabra que va diciendo.  – Creo que esperaba como si quisiera darnos la clave de la persona que le mató. ¿Entendéis por dónde voy?

– El hermano de Lily habla con miedo, el primo del Srto. Jones. – Nosotros no le hicimos nada…

Analiza el detective. “Por lo que me dijeron los mayordomos, siempre tenían problemas con lo que cada uno opinaba”

– Bueno, según por dónde lo mires. ¿Ehh…? – el dectetive interviene. – No me acuerdo de su nombre.

– Roy, es Roy.

– ¡Eso es… Roy! Solamente tengo que leer el diario y sabré toda la verdad … Buenas noches.

Se oyen gritos y calumnias sobre el detective y los policías, mientras se marchan de allí y los miembros de la familia son detenidos por otro policía, callándoles de inmediato.

– El policía le habla con cachondeo. – Menos mal que tenemos una habitación aquí.

Los dos se marchan al antiguo despacho del patriarca familiar y comienzan a hablar del diario y del porqué de esta situación. Deechan se mueve de un lado a otro, intentando reflexionar sobre él porque el diario este en blanco. Susurra al policía por miedo a que lo oigan

– Necesito darle vueltas, saber por qué dejó un diario. Tengo que darle vueltas, yo solo. Te hablo así porque no sabemos si nos pueden estar escuchando.

Agarra el sobre al lado de la estatuilla que dejó antes. – Un sobre, una llamada y un asesinato ¿curioso? – le pregunta al poli que lleva el caso.

– Para ti no, seguro. – sonrió Deechan, para después marcharse.

Le han dado una habitación en la casa y se aloja en ella, sin el cerrojo puesto en la puerta. La enorme cama le sirve para pensar en el diario. Se pregunta a sí mismo- ¿Por qué tendría un diario vacío?

Se sirvió una copa para conciliar sus pensamientos. Investiga todo lo que podía investigar del diario, cada centímetro. Discurrió hasta mirar dentro del lomo del libro, introduce su pluma empujando hasta ver cómo cae una llave y un diminuto pergamino arrugado.  Abre aquel pequeño pellejo donde solo hay una frase “solo los verdaderos ojos sabrán la verdad”

Las llamas chisporrotean y se realza en su mente una idea de lo que podría ser que estuviera escondido.  Cogió el libro y con su mechero puso el fuego debajo de la primera hoja, descubriendo frases y palabras con más significado para el detective. Formando un conglomerado de verdades y acertijos.

Tiene los motivos de casi toda la familia, lo que podría culpar a varios de ellos. “Tengo miedo de que mi familia me haga algo, todos saben que el abuelo me iba a dejar a mí, todo” “La joya hereditaria durante generaciones, se pondrá en el próximo juego”

“Podría ser el verdadero motivo por el que todos conspiraron para matarlo, pero casi todos tenían sus motivos, nada encaja” Oye el martilleo de una pistola y reacciona, regresando de sus ideas. Se da la vuelta de medio cuerpo y ve a alguien encapuchado para que no se le reconozca.

Se esconde de allí antes de que apriete el gatillo, con tan buena suerte de que le da tiempo a cubrirse. El encapuchado huye, Deechan le persigue. Tienen una persecución, pero el encapuchado consigue evadirse entre disparos y entra en una de las habitaciones. Ocultándose en la pared de allí, abriendo una compuerta secreta, que le conduce hacía algún pasillo secreto. – ¡Mierda!

Violet aparece por la puerta “demasiado tranquila” pensó Deechan.

– Grita – Señora, ¿¡cómo se abre esta puerta!?

– No llega a pronunciar una frase, solo una simple palabra. – Yo… – Cae al suelo con su bata puesta y un cuchillo ensartado en su espalda.

Deechan grita ayuda al otro policía, que acaba de llegar. – ¡Voy a llamar a una ambulancia! – sale disparado de allí. Pasan unas horas, la familia está despierta, reunida en el salón, esperando una reprimenda del detective. Los hijos de la recién fallecida Violet, sollozan.

– ¡Damas y caballeros, nunca había visto una familia tan complicada como la vuestra, pero en el fondo unida por un crimen!¡He estado leyendo el diario y cada uno de ustedes tiene un puñetero motivo para haber matado a Jones!

– ¡Qué está diciendo! ¡Acaba de morir mi hermana! – vocifera la hermana.

– ¡Señora, cállese! – se le ve demasiado enfurecido. – Después de mucho tiempo, de interrogar a quien debía y de leer el diario. -El hombre culpable de asesinato es él. – señala a Michael

– Grita Michael – ¡Qué cojones!

– Resulta que tanto mirar esta mansión tan aberrante y antigua, vi lo mismo en todos lados. Vuestro padre y abuelo estaba obsesionado con el ajedrez, más específicamente con el rey. Entonces es cuando también me percaté de que su nieto adoraba lo mismo que su abuelo los reyes de ajedrez. – siempre tan gesticulero.

Michael vocea – ¡Eso no quiere decir nada!

– ¿No? Entonces abramos el tablero de ajedrez del Sr. Jones.

Abrieron la caja de madera antigua y sacaron las piezas. – Aquí no hay nada – dice extrañada.

– Por favor, coged una pieza normal y la del rey. – Uno a uno fueron notando la diferencia. El rey estaba hueco, sonaba como si albergara algo en su interior.

Se podía abrir y encontraron un frasco de veneno.

– Yo… – toda la familia lo miró, pero él aprovechó para intentar sacar algo del bolsillo.

Los policías abrieron fuego contra él, acribillándolo y acabando con su vida. Gritos, balas, sangre y cadáveres, un crimen tan perfecto entre peones.

La semana siguiente, el detective recibió una carta. “para el detective Deechan”.

“Hola, detective.

Claro que no estoy muerto, sigo vivo y coleando.

Primer paso, camelarte a tu abuelo, conseguir que te deje todo.

Segundo paso, el viejo tiene que morir en extrañas circunstancias.

Tercer paso, sembrar la duda en mi diario, para quien lo encuentre piense que mi familia quiera acabar conmigo.

Cuarto paso, esconderlo.

Quinto paso preparar una falsa muerte y un juego donde pretenda dar la joya de la familia.

Sexto paso, comprar policías o cualquiera que pretenda delatar mi falsa muerte.

Séptimo paso, crear una pieza de rey falsa para guardar el veneno, inculpar a un inútil como es el amante de mi prima, ya que tiene gusto muy parecidos que el abuelo y yo con el ajedrez.

Octavo paso, la policía te ha entregado un cadáver recién fallecido como para dejar irreconocible su cara de un disparo de escopeta de caza. Tener actores contratados para representar a la policía.

Noveno paso, reaccionar escondido hasta que usted llegue.

Así es, como pienso yo”

Srto Jones

“Es bueno, muy bueno” razonó Deechan, esbozando una leve sonrisa.

 

 

 

 

 

 

 

 

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