ETERNIDAD

Por Enrique Carlos Crusellas Prieto

ETERNIDAD

Seré mi primer sueño,

seré mis primeras lágrimas,

seré mi primera ambición.

Y seguiré,

me perderé

deambularé.

Hasta volver a ser el primer río de la creación,

hasta volver ser el primer océano que ahogó las ciudades.

El primer terremoto que destruyó las civilizaciones

el primer volcán que asoló las islas.

Seré, dejaré de ser,

Reviviré, volveré.

Lucharé, sangraré, igual venceré,

pelearé, sufriré, igual perderé.

Pasarán los años,

mas cicatrices en la piel.

Pasarán los años,

y seguiré luchando por no aceptar ser invisible,

para que te sigan prestando atención,

por tener una biografía

,o inventarte tus experiencias.

Solo por no querer pasar desapercibido

seguirás luchando por aferrarte a la utopía, a la fantasía,

porque este será el único autentico recuerdo que tendrán de ti.

Y así nunca morirás.

AZAR

Estamos en habitaciones diferentes,

viajamos en trenes diferentes.

Pero, algo se nota en el aire.

No nos conocemos.

Las almas se escapan de los cuerpos.

Quizá vivamos en ciudades diferentes,

quizá no hablemos el mismo idioma.

Pero nuestros espíritus están ya buscándose.

FUGACIDAD

El polvo se quedó atrás,

Delante, la incertidumbre.

las maletas se quedaron sin hacer

las viejas melodías dejaron de sonar,

la monótona e insistente melodía de un disco olvidado invade la habitación.

Fue el único recuerdo sonoro que nos quedó.

La ropa esparcida

las botellas vacías,

en la mesa, platos con restos de comida.

El conocimiento, el pasado,

tu vida en un instante.

se trata de huidas,

de olvidos.

Se trata de imaginar nuevos mundos.

De renacer,

de replantearse tu efímero paso por el mundo.

De marcharse para descubrir nuevos poemas.

PARAISOS

Cerrar los ojos, saltar.

Hasta el fin del camino,

traspasando la línea del horizonte,

hasta los límites de la ciudad.

Ir allá donde el polvo nuble tu vista,

donde el barro cubra mis zapatos.

En busca del paraíso,

en busca de ti.

Hasta el último océano,

hasta divisar la última estrella.

Cerrar los ojos, saltar,

no volver atrás.

Que nadie vea tus lágrimas,

que nadie se fije en tu mirada.

Cerrar la puerta,

dejar tus recuerdos dentro,

tirar la llave.

Levantar la mano a modo de despedida.

Empezar el camino,

atravesar la niebla,

cerrar los ojos, saltar.

El paraíso existe.

LIBERACION

¿No oyes llover?

¿No irás tras ella?

¿Acaso no quieres salir en busca de respuestas?

No esperes a que el sol aparezca,

no esperes hasta el próximo día,

las dudas seguirán en ti.

El viento te está esperando,

abre las ventanas, súbete a él

Los dioses te aguardan con las copas llenas,

las ninfas están esperándote en el manantial.

Rápido, la lluvia va a cesar,

el viento esta amainando.

No hagas caso a tus pensamientos,

olvida tus pecados,

son solo un pretexto para controlarte.

Huye de ti, salta

Te estamos esperando.

PUREZA

¿Recuerdas cuándo fuimos mortales?

Nadábamos en los lagos,

nos tumbábamos en el césped

rodeados de serpientes.

¿Fuimos felices o inconscientes?

Recorríamos ciudades abandonadas,

íbamos solo por caminos polvorientos,

para dormir en los desiertos.

Matábamos para comer,

matábamos para vestirnos

,matábamos por diversión,

por aburrimiento.

El asesinato era el único motivo

que nos obligaba a acercarnos a la gente, para luego huir.

Nuestra vida era vagar,

olvidar nuestra educación aprendida,

olvidar los artificios sociales.

No tener moralidad,

no realizar ningún sacrificio

no sentirse culpable por nada

no tener ningún dios al cual rezar.

No esforzarnos por nada.

La vida solo es momento

todo lo queríamos al instante.

Solo buscábamos la inmortalidad.

Por eso nuestra aspiración era la muerte.

Sin ser creyentes,

éramos lo mas religiosos,

ya que solo buscábamos la paz eterna.

CONFUSION

Sobre mi voláis,

imaginación, experiencias, rencores,

Sobre mi,

ángeles y demonios de la mente,

Sobre mi,

la responsabilidad del inconsciente,

la calma del guerrero

tras la lucha consigo mismo.

Sobre mí

sobrevuela la vida,

la muerte,

la enfermedad,

el llanto,

la alegría,

los impulsos,

la esperanza.

Sobre mí,

vigilándome mientras camino hacia el precipicio

solo para sentir como es el vacío,

para saber cómo es vivir al límite,

y escribirlo después,

contarlo en la taberna a quién quiera escucharlo.

Sobre mí,

el peso ficticio que me oprime cada día,

me sobrecarga,

me derrota,

por no saber soltar lastre,

Sobre mí,

esa mente que no descansa,

que la intento educar,

amansar como si de una fiera se tratase,

pero siempre acaba doblegándome.

Sobre mí,

un mundo imaginario que me transporta

a un mundo irreal del cual me rebeló

y quiero escapar.

Y yo solo quiero pisar tierra,

RELATO DEL TALLER DE:
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